Las constantes vitales son los indicadores que nos informan sobre nuestro estado de salud o sobre el de un paciente. Los cinco signos principales que se suelen medir son: la temperatura, la frecuencia cardíaca, la frecuencia respiratoria, la tensión arterial y la presión arterial. Midiendo estos signos podremos averiguar si el organismo tiene un equilibrio o si, por el contrario, hay algún problema de salud. Por eso, en este post te explicamos cuáles son y cómo debes interpretarlas. Y si quieres enfocar tu futuro laboral hacia el sector sanitario, echa un vistazo a la Maestría Internacional en Quirófano.
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Cuáles son las constantes vitales y cómo entenderlas
Las constantes vitales reflejan funciones esenciales del cuerpo. Gracias a ellas podemos detectar alguna anomalía, así como prevenir problemas de salud. A continuación, os explicamos cada una de ellas.
Tensión arterial
La tensión arterial es de las constantes vitales más importantes y se refiere a la presión sanguínea. Este parámetro puede cambiar durante el día, es por eso que se recomienda controlar la tensión arterial en distintos momentos del día.
Al medir la tensión arterial tenemos en cuenta dos variables diferentes:
- La tensión arterial sistólica: se trata del valor arterial más alto, también conocido como “la máxima”. Refleja la presión de la sangre ejercida sobre la pared de las arterias cuando el corazón se contrae con el movimiento de sístole. Una medida normal oscila entre los 110 y los 140 mm de Hg.
- Tensión arterial sistólica: se considera el valor más bajo o “la mínima”. Mide la presión sobre la pared de las arterias cuando el corazón se relaja o se encuentra en diástole. La mínima normal oscila entre los 70 y los 90 mm Hg.
Frecuencia cardíaca
La frecuencia cardíaca se trata del número de pulsaciones que se producen por minuto, por lo que es de los otros parámetros más importantes. Este también pude cambiar a lo largo del día, por ejemplo ante un susto o cuando hacemos deporte. La frecuencia cardíaca normal oscila entre los 60 y 100 latidos por minuto.
Frecuencia respiratoria
La frecuencia respiratoria indica el número de respiraciones que realizamos, normalmente, durante un minuto. Esta aporta información relevante en pacientes con patologías cardíacas o pulmonares. El parámetro normal está entre las 12 y 20 respiraciones por minuto.
Saturación de oxígeno
La saturación de oxígeno calcula la cantidad de oxígeno disponible en la sangre. Es un parámetro que permite identificar patologías respiratorias en los pacientes. El valor normal de saturación de oxígeno en sangre es entre el 95% i el 100%. Nos indica que las células reciben la cantidad adecuada de oxígeno para preservar su función.
Temperatura corporal
La temperatura corporal es la constante vital que tenemos más familiarizada. Normalmente tomamos la temperatura mediante la medición axilar, pero se puede tomar en distintas donas del cuerpo. Esta también puede variar durante el día y acostumbra a ser más elevada por la noche.
La temperatura corporal normal oscila entre los 35’8º y 37º. Cuando la temperatura es elevada, estamos delante del primer síntoma de una inflamación o infección.
Para resumir, si el valor es inferior a 35’8º, hablamos de hipotermia; si el valor es levemente elevado, por ejemplo 37’5º, hablamos de febrícula; cuando la temperatura supera los 38º hablamos de fiebre.