Para potabilizar agua es necesario seguir un proceso en el cual se aplica un tratamiento y este líquido se convierte en consumible para el ser humano. Con este proceso se evita que las personas contraigan enfermedades o infecciones provocadas por parásitos. Si quieres saber cómo se potabiliza el agua, quédate. Además, si están pensando en dedicarte a este sector, te invitamos a que eches un vistazo a la Maestría Internacional en Depuración y Tratamiento de Aguas. ¡Síguenos!
Índice de contenidos
La importancia de potabilizar agua
El proceso de potabilizar agua es económico. Además, tiene la capacidad de eliminar un 90% de los residuos acumulados, como abonos y pesticidas, así como el olor y color que pudiera tener a causa de los sedimentos. Es un método seguro y fácil de realizar.
La potabilización del agua se lleva a cabo en plantas potabilizadoras y con ello evitamos una serie de enfermedades e infecciones. Algunas de las que nos protegemos bebiendo agua potable son:
- El cólera.
- Fiebres tifoideas.
- Diarrea.
- Hepatitis.
- Meningitis.
- Poliomelitis.
- Malaria.
- Dengue.
En muchos casos, estas dolencias tienen un pronóstico complicado y provocan consecuencias irreversibles. Por ello, es muy importante que los profesionales del sector apliquen un tratamiento potabilizador eficaz y seguro. De esta manera se evita contraer y propagar dichas enfermedades.
La potabilización del agua paso a paso
El proceso para convertir el agua en potable consta de seis pasos. A continuación, te los detallamos.
Eliminar sólidos
Paso previo a la entrada de agua a la planta potabilizadora. El agua se filtra para eliminar ramas, raíces, residuos e incluso restos de animales. También se aplica un tratamiento inicial de desinfección.
Aplicar elementos potabilizadores
Ya en la planta potabilizadora, el agua se vierte en bombas de baja presión. Estas conducen el líquido hasta una cámara hermética, donde se le añaden los productos químicos potabilizadores. Una vez hecho su efecto, se comprueban los niveles de pH añadiendo ácidos o álcalis, que después se coagularán y se disolverán en el agua.
Decantar el agua tratada
La decantación sirve para eliminar partículas sólidas a través de la gravedad. Dichas partículas quedan en el fondo del depósito y se eliminan.
Filtrar
En este paso se eliminan los sedimentos de menor densidad a través de filtros compuestos, ya sean de carbón activo o arena. Funcionan por gravedad o presión y es un paso clave para la potabilización del agua.
Tratar con cloro, ozono o rayos UV
Una vez el agua queda libre de sedimentos, llega el momento de aplicar un tratamiento. El uso de cloro es el más habitual porque elimina grandes cantidades de bacterias en poco tiempo. Aun así, también se puede tratar el agua con ozono y rayos UV.
Valorar
El paso final consiste en comprobar la eficacia de todos los pasos anteriores. El agua tratada se analiza para confirmar que es apta para el consumo, sin tener color, sabor u olor. La presencia de residuos debe ser mínima y los resultados deben cumplir con la normativa actual.