Quemazón, dolor al orinar, molestias al mantener relaciones sexuales… las infecciones vaginales provocan todos estos molestos síntomas. En estas situaciones, la correcta higiene de las zonas íntimas y los probióticos vaginales se convierten en dos aliados indispensables para afrontar este tipo de infección. Estos últimos son unos microorganismos vivos que ayudan a restablecer la flora vaginal. Suelen tomarse vía oral, en forma de cápsulas, o por vía vaginal, a través de óvulos. Por ello, si quieres saber más sobre ellos, sigue leyendo. Y si has enfocado tu futuro profesional hacia la medicina y quieres enfocar tu carrera hacia la salud femenina, la Maestría Internacional en Ginecología y Obstetrícia te ofrece todos los conocimientos necesarios para que empieces a especializarte.
Índice de contenidos
Cómo funcionan los probióticos vaginales
Los probióticos son microorganismos vivos beneficiosos para nuestro cuerpo. Un especialista en ginecología es el encargado de recetarlos e indicar la dosis adecuada para cada paciente. Con este tratamiento se contribuye a conservar la flora vaginal, evitando y disminuyendo las infecciones.
Las dolencias más comunes que alteran la microbiota vaginal están causadas por hongos, que sustituyen a los lactobacilos. Por eso, los probióticos suministran estos, que se adhieren a la mucosa de la vagina. Los lactobacilos actúan disminuyendo el pH, por lo que se evita la proliferación de más hongos. Así pues, este tipo de probióticos son muy útiles cuando hay una infección en las zonas íntimas, pero también lo son como una herramienta preventiva.
Cuándo y cómo se deben utilizar
Los probióticos para la vagina se recetan como complemento de un tratamiento principal. Como hemos mencionado antes, se pueden ingerir o colocar en la vagina, teniendo ambos el mismo efecto.
Para ser más efectivos, los ginecólogos recomiendan utilizarlos después del tratamiento principal, en un plazo de entre cinco y diez días. Si te surge cualquier duda, consúltalo con tu ginecólogo o ginecóloga de confianza.
¿Qué hábitos provocan el desarrollo de infecciones vaginales?
La flora vaginal es algo que cambia y que puede alterarse o verse afectada por muchos factores, como por la sequedad vaginal, la falta de estrógenos, los cambios en la alimentación o la humedad por el uso de bañadores. Pero también hay otros más comunes que provocan estas alteraciones. Estos suelen ser:
Desajustes hormonales
Enfermedades como la diabetes u otras alteraciones del sistema inmunitario provocan cambios hormonales.
Escoger productos de higiene íntima incorrectamente
Los jabones perfumados llevan alcohol. Esto quiere decir que secan la piel y reducen las bacterias beneficiosas, provocando la aparición de infecciones. Lo mejor es utilizar jabones neutros o a base de hierbas.
Falta de higiene después de mantener relaciones sexuales
La humedad y los fluidos corporales aumentan las infecciones. Por eso, se recomienda limpiarse después de practicar sexo y utilizar preservativo, porque evitaremos alteraciones en la microbiota, enfermedades de transmisión sexual y embarazos no deseados.
Uso prolongado de antibióticos
Después de un largo tratamiento a base de antibióticos es normal desarrollar una infección vaginal. Esto se debe a que nuestras defensas bajan y este tipo de medicación favorece la aparición de gérmenes patógenos.
Vestir ropa interior de tejidos sintéticos
Usar ropa interior de lycra, por ejemplo, contribuye a la irritación y la sequedad. Por eso, los especialistas en ginecología recomiendan utilizar ropa interior de algodón u otros materiales de fibras naturales.